Se trata de la extinción del contrato de trabajo motivada por algunas causas concretas:
Ineptitud del trabajador, esto es, por ejemplo, cuando un trabajador es calificado como no apto para desarrollar su trabajo tras someterse a reconocimiento médico, no existiendo en la empresa un puesto compatible con sus limitaciones, y por tanto estando el empresario necesariamente abocado a despedirlo.
Falta de adaptación del trabajador a las modificaciones técnicas de su puesto de trabajo. Por ejemplo cuando la empresa introduce una seria de mejoras en equipamiento y tras un proceso de formación suficiente y adecuado el trabajador no ha conseguido apaptarse al nuevo sistema.
Causas económicas, técnicas organizativas o de producción. Esta es la forma más habitual de despido objetivo, y se dá cuando la empresa está sufriendo una situación económica negativa, un cambio técnico de importancia que afecte a uno o varios trabajadores, una reorganización de los RRHH que hace innecesaria la presencia de el mismo volumen de plantilla o cambios en la carga de trabajo que igualmente hacen innecesaria la presencia del mismo nivel de plantilla.
Insuficiencia de consignación presupuestaria para la ejecución de planes y programas públicos.
Si te han despedido de forma objetiva, es importante que actúes con calma pero con agilidad y sigas algunos consejos para proteger tus derechos.
Te damos algunos consejos:
Infórmate sobre tus derechos. Asegúrate de entender los motivos del despido objetivo y verifica que se hayan cumplido todas las formalidades legales. Busca asesoramiento legal. Si tienes dudas sobre la legalidad del despido, busca asesoramiento legal para proteger tus derechos. Un abogado puede ayudarte a entender tus opciones y defender tus intereses.
El plazo para impugnar el despido objetivo es de 20 días hábiles.
La carga de probar las causas objetivas es de la empresa, no tuya.
La empresa debe entregarte junto con la carta de despido escrita la indemnización, y solo puede dejar de hacerlo si la causa alegada en económica y te acredita la falta de liquidez.
La empresa debe preavisar con 15 días de antelación y si no lo hace te debe compensar. Incluso en un despido que en apariencia no es objetivo pero la empresa alega en realidad causas objetivas es posible reclamar la falta de preaviso.
Si en un periodo de 90 días la empresa realiza un número determinado de despidos deberá hacer un despido colectivo (ERE) y si no lo hace el despido puede ser nulo.
Muchas situaciones relacionadas con la maternidad, la suspensión del contrato, la reducción de jornada, etc, están protegidas frente a este despido.
El despido puede convertirse en improcedente o incluso nulo dependiendo de que la verdadera motivación de la empresa no sea la indicada en la carta o se den circunstancias adicionales como las anteriormente indicadas, por lo que te podria corresponder una indemnización mayor a la recibida e incluso una indemnización de daños y perjuicios y salarios de trámite.
Recuerda que el despido objetivo no es el fin del mundo. Puede ser una oportunidad para explorar nuevas opciones y encontrar un trabajo que se ajuste mejor a tus necesidades y habilidades.